Decepcionados. Así acabaron los jugadores, los técnicos, los aficionados y todos los que forman parte del CD Ribadumia esta semana pasada. Un partido en casa frente a un rival de la zona baja de la tabla, pese a lo apretado de la clasificación, y con ganas de redimirse. Parecía un buen cóctel para lograr una victoria en A Senra y evitar caer en un bache, pero no fue así.
Bati apostó por Pazos en portería y una línea de tres centrales por delante, con Martín, Eloy y Miguel. En mediocampo, Cheri e Iago, flanqueados por Pei y Adri Gómez. En el frente de ataque, Facu, Roberto Diz y Álex Lima. Un once con muchos cambios, en algunos casos forzados por los percances físicos de varios jugadores.
El partido fue incómodo, con un CD Pontellas que disfrutó de mucho balón en la primera parte, e incluso tuvo dos acercamientos claros, en las botas de Manu Cabrera, para adelantarse. Pese a ello, las dos más claras estuvieron en nuestras botas. O mejor dicho, en nuestras cabezas. Un remate de cabeza de Roberto Diz, con el portero vencido y dentro del área pequeña pudo haber cambiado la suerte del partido. Pero no lo sabremos, puesto que no entró. Lo mismo con un saque de esquina que cerró una primera parte de no demasiado ritmo, pero sí bastante calor. Un partido de respeto, sin apenas faltas, más allá de dos duras entradas sancionadas con tarjeta amarilla para dos defensores visitantes.
En la segunda parte todo lo que podía salir mal, salió mal. De manera inexplicable, cada falta local pasó a ser tarjeta. Más inexplicable aún si se tiene en cuenta que un contraataque de los nuestros, cortado en mano por el último defensa, fue sancionado únicamente con falta, cuando el infractor ya estaba amonestado. Jugadores y público no se podían creer el error grosero del colegiado. Pero cosas que pasan. Poco después, un balón que Gustavo intentó sacar jugado desde atrás acabó con una cesión defectuosa que los visitantes aprovecharon para materializar en el único gol del encuentro, que a la postre les valdría tres puntos valisos en su lucha por la permanencia. El grave del colegiado no debe servir de excusa, puesto que todos fallamos en ocasiones, ni mucho menos impedir ver que los nuestros estuvieron mal, desacertados, apáticos y que, por fases, el CD Pontellas fue dominador del encuentro.
Para la próxima semana, encuentro vital en O Buelo, frente al Moraña, un conjunto que en la primera vuelta dejó buenas maneras en A Senra, pese a la derrota cosechada (3-0).
Comments